Hiperacusia

Conoce todo lo referente a ella: qué es exactamente, cuáles son sus síntomas, qué causas la producen y su mejor tratamiento.

Cuanta más información tengas sobre qué es la hipoacusia y todo lo relacionado con ella, mejor entenderás en qué consiste esta afección y podrás ponerle mejor remedio. En Audicost te realizaremos un test específico para analizar tu caso y enfocaremos su tratamiento de manera totalmente personalizada.

En ocasiones, los sonidos a los que estamos habituados o las voces de otras personas comienzan a sernos incómodos. Otras veces, estos sonidos del día a día comienzan a resultarnos insoportables, proyectándonos una sensación subjetiva de molestia o molestar.

Es posible que te esté sucediendo algo así, que de repente tengas una hipersensibilidad auditiva que haga que los sonidos que son normales para los demás, para ti sean excesivamente fuertes y te cueste tolerarlos, causándote incomodidades e incluso dolor. Si esto es lo que te ocurre, probablemente estés padeciendo hiperacusia.

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¿Qué es la hiperacusia?

Este término se refiere al aumento excesivo de la sensibilidad auditiva, normalmente producido por algún fallo en el rango dinámico de nuestro oído. El paciente disminuye su tolerancia a los sonidos habituales y naturales del ambiente, que comienzan a resultarle incómodos e incluso dolorosos.

Sonidos tan cotidianos como los producidos al viajar en algún medio de transporte, los que hacen los electrodomésticos en casa y otros tantos que oímos diariamente, nuestro oído los percibe de manera excesiva. Y es aún peor con los sonidos que tienen una frecuencia alta.

Esta hipersensibilidad auditiva, que puede venir acompañada de dolores de cabeza, migraña, cansancio excesivo o náuseas, afecta a alrededor del 8 % de la población mundial y su evaluación se lleva a cabo a través de un test de hipersensibilidad al sonido.

Síntomas de la hiperacusia

Los síntomas de padecer hipoacusia pueden ser muy diversos y afectan de forma distinta a cada paciente, aunque por lo general:

Existe dolor agudo de los oídos
Se está físicamente incómodo ante el ruido
Se adquiere miedo a algunos sonidos
El paciente puede comenzar a aislarse socialmente para evitar el ruido

Lo que es un denominador común para todas las personas que padecen hiperacusia es que disminuye su calidad de vida, ya que les es muy costoso hacer vida normal en un entorno lleno de ruidos ambientales que les perjudican.

Causas de la hiperacusia

Todavía no se han identificado claramente sus causas, aunque esta hipersensibilidad puede ser la consecuencia de un deterioro de las células del oído, de un traumatismo craneal, de una prolongada exposición a ruidos demasiado elevados, de una infección de oído, de situaciones prolongadas de estrés o del autismo. En alguna ocasión, existen pacientes aquejados de hiperacusia temporal, relacionada estrechamente con situaciones de estrés y con problemas cervicales.

Actualmente existen estudios que relacionan la hiperacusia estrechamente con el sistema límbico del cerebro (un grupo de estructuras que dirigen las emociones y el comportamiento), aunque no se ha demostrado todavía. De ser así, el sistema límbico se activaría de manera errónea y daría demasiada relevancia a determinados sonidos.

También se la ha relacionado con los acúfenos / tinnitus, ya que las personas que los padecen a menudo sufren también de hiperacusia. De la misma manera, las personas que presentan hiperacusia padecen frecuentemente tinnitus.

Asimismo, existe evidencia de que algunos medicamentos podrían también causar hiperacusia como efecto secundario. Por ello, se debe dejar de tomar cualquier fármaco en caso de que sintamos una elevada sensibilidad de los sonidos y acudir al especialista.

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Tratamiento de la hiperacusia

Ante todo, debemos llevar una vida saludable, haciendo ejercicio a diario, descansando lo suficiente y evitando fatigarnos. A parte de esto, si padecemos hiperacusia debemos evitar:

La exposición a ruidos y sonidos excesivamente altos.
La ingesta de estimulantes (como la cafeína, el chocolate, la nicotina o determinados medicamentos y drogas).
Los desencadenantes de la migraña, como por ejemplo el alcohol.

Los medicamentos perjudiciales para la audición, como la aspirina, los antiinflamatorios no esteroideos, ciertos antibióticos y los preparados que contengan quinina.

Para su tratamiento existen, según convenga, diversas opciones:

La toma de medicamentos prescritos por nuestro especialista. Por ejemplo, los que ayudan a las personas con trastorno obsesivo compulsivo (como los del tipo ISRS), suelen ser bastantes útiles.
Dispositivos de protección, como tapones para los oídos o dispositivos electrónicos de supresión de ruido.
Hay pacientes que tienden a sobreproteger sus oídos usando permanentemente tapones e incluso auriculares. Éstos ayudan en un principio, aunque luego son perjudiciales, ya que no le dan a nuestros oídos la oportunidad de ir ajustándose a un nivel normal de sensibilidad al ruido.
Tratamientos de desensibilización, como los que se realizan con generadores de sonido y enmascaradores, o terapias específicas para el tratamiento de la hiperacusia.
Ayuda psicológica, ya que en ocasiones, la ansiedad o la depresión que acompañan a la hiperacusia pueden ser un problema tan grande como la propia afección auditiva. En este caso, trabajar con un psicólogo o psiquiatra puede ser muy útil.
Diversas opciones quirúrgicas, aunque no suelen ser necesarias nada más que en casos muy extremos. Son bastante novedosas y han obtenido resultados exitosos. Algunos pacientes que padecían hiperacusia tras un fuerte ruido han respondido muy bien a la colocación de un tubo de ventilación trans-timpánico. También, recientemente se ha propuesto el bloqueo quirúrgico con partes de fascia temporal – una membrana que recubre nuestro músculo temporal – de ambas ventanas del oído medio para el tratamiento de la hiperacusia.

Por supuesto, el uso de audífonos para hiperacusia, junto con una buena adaptación, también puede conseguir unos resultados muy satisfactorios y mejorar el rango dinámico de nuestra audición.

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