El efecto de las mascarillas en la audición

La situación que estamos viviendo a nivel mundial desde el pasado 2020, causada por la pandemia del COVID-19, ha hecho que un nuevo elemento nos acompañe a diario. Efectivamente, se trata de las mascarillas, y aquí os contamos el efecto de las mascarillas en la audición.

Pero hay algo en lo que seguramente no habremos reparado, y es que el uso de esta influye en cómo recibimos los sonidos de nuestros interlocutores cuando nos hablan, algo que afecta de manera aún más marcada a las personas con pérdidas auditivas y a los usuarios de audífonos.

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Salud auditiva

Uno de los últimos estudios realizados por la Clínica de Intervención Cognitiva y Neurociencia (Clic), cuya finalidad es la mejora de la audición, demuestra de forma práctica que el uso de la mascarilla afecta directa y de forma negativa a la audición y la recepción de la voz, a la forma que tenemos de oír la voz de quien nos habla.

Para explicar este estudio, debemos ponernos un poco más técnicos y comenzar hablando de los formantes.

¿Qué son los formantes de la voz?

Son bandas de frecuencia en las que se concentra la mayor parte de la energía sonora de un sonido.

Se obtienen como resultado de la vibración de nuestras cuerdas vocales y de su modificación, la cual se produce por los resonadores y los cambios que hacen la boca y la lengua al articular cualquier sonido de voz o fonema.

¿Qué es un fonema?

Según define la RAE, “es una unidad fonológica que no puede descomponerse en unidades sucesivas menores y que es capaz de distinguir significados”. Básicamente, son la articulación mínima de sonido vocálico y consonántico.

Por su parte, cada fonema del habla humana tiene un ADN único, una marca característica de formantes que lo hace diferente de cualquier otro. Esta marca es lo que recibimos al oír cada fonema y así poder identificarlo y distinguirlo.

Todas las lenguas tienen sus propios formantes. En el español existen dos fundamentales para poder entender sin esfuerzo lo que nos dicen: F1 y F2. El primero de ellos es más grave y nos da información de la apertura de la boca, mientras que el segundo es más agudo y tiene relación con la posición de la lengua.

Ambos formantes pueden estar muy juntos (como en el fonema /s/) o muy separados (como en el /i/). Si se modifica la frecuencia de estos formantes, o se cambia la distancia entre ellos, es muy probable que se distorsionen y no lleguemos a entenderlos de forma correcta, llegando incluso a convertirlos en otro sonido.

Obviamente, el uso de mascarillas es un elemento distorsionador que afecta directamente a nuestro volumen general de la voz y a los formantes, haciendo que nos cueste más entender lo que nos dicen.

El estudio de la Clínica de Intervención Cognitiva y Neurociencia (Clic)

Este estudio se ha apoyado principalmente en el test de Ling, que efectúa un barrido gráfico por todo el espectro de la voz, y se ha realizado en 3 situaciones distintas: sin mascarilla, con mascarilla quirúrgica y con mascarilla FFP2.

¿Qué es el Test de Ling?

Este test, también conocido como la prueba de los 6 sonidos de Ling, es una herramienta que permite realizar una revisión de forma rápida y sencilla para comprobar si tenemos una audición correcta. Además, permite evaluar la percepción del habla a través de sonidos que abarcan frecuencias agudas y graves.

Los seis sonidos de Ling son “/a/, /u/, /i/, /m/, /s/, /sh/”. Estos sonidos dichos con una intensidad normal y a una distancia de dos metros, proporcionan al especialista información acústica en los distintos rangos de frecuencia y acerca de la zona del lenguaje donde se pueden ubicar todos los fonemas del habla.

Si estos seis sonidos no son audibles, tampoco lo serán los fonemas que se encuentran en la misma banda de frecuencia.

Gracias a estos sonidos, el especialista recopilará la información necesaria para determinar si sufrimos algún cambio en nuestra audición. Es recomendable realizar pruebas auditivas, al menos una vez al año para identificar si tenemos algún tipo de pérdida auditiva.

Puede realizarse tanto en niños como adultos, permitiendo detectar hipoacusia y problemas auditivos. Se utiliza especialmente para hacer un seguimiento en personas que utilizan audífonos o implantes cocleares.

El creador de este test, el doctor canadiense Daniel Ling, fue una reconocida autoridad mundial en la enseñanza del habla a niños con pérdida auditiva durante las últimas décadas del siglo XX. Fue profesor de rehabilitación oral en la Universidad de McGill y decano de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Western Ontario.

En 1999 fue condecorado con la Orden de Canadá por sus trabajos en el campo de la audición y el lenguaje, y hoy en día sus métodos de enseñanza del habla son utilizados en todo el mundo.

Conclusión del estudio

El test de Ling se centra en los formantes F1 y F2 y utiliza los seis fonemas anteriormente mencionados para poder observar cómo sus valores cambian, por lo que el sonido final que se recibe varía del inicial, volviéndose más grave o más agudo. Por lo tanto, se concluye fácilmente del test y del estudio realizado por Clic, que el uso de mascarilla modifica los formantes, por lo que también altera lo que oímos.

Es importante tener en cuenta este problema de recepción auditiva (ya que se intensifica en personas con problemas auditivos, sobre todo en frecuencias agudas), para poder adaptar de manera correcta y efectiva los audífonos de los pacientes y facilitarles aún más su comprensión del habla, mejorando así su calidad de vida.

Es fundamental que el audiólogo tenga en cuenta la situación para saber adaptar y graduar los audífonos a esta nueva forma de oír la voz, ya que parece que el uso de las mascarillas nos acompañará todavía durante algún tiempo.

Cuidar la audición y mantener joven nuestro cerebro es imprescindible, para conseguirlo, realizar una revisión audiológica anual es la clave.

Para cualquier duda que nos pueda surgir, estaremos encantados de atenderos y asesoraros en nuestro centro auditivo Audicost más cercano.